El oso polar, también conocido como oso blanco, es una especie de animal mamífero de la familia de los Úrsidos, cuyo nombre científico es Ursus maritimus. Es capaz de vivir hasta 30 años en su hábitat natural y se alimenta de carne. Desde hace años es una especie amenazada, con el grado de vulnerable.
¿Cómo son físicamente los osos polares?
Hablamos de animales de excelente envergadura, completamente blancos aunque su pelaje esconde una piel muy oscura. Sobre su pelaje puede darse una interesante información: una capa exterior, de pelo basto, cobija otra interior de pelos finos cuya capacidad aislante se debe a que estos son huecos y contienen una cámara de aire.
Con una longitud de 2-2,5 metros, de cola corta y un peso que en un macho adulto puede alcanzar los 730 kilos. Además, tienen la condición de ser excelentes nadadores, usando como remo sus largas patas delanteras.
Dado que el firme del lugar donde viven es puro hielo, ese frondoso pelaje que cubre sus patas les ayuda a aumentar el rozamiento y así no resbalarse.
¿Cuál es su distribución geográfica? ¿Dónde vive el oso polar?
Es un hecho categórico que no es posible encontrar osos polares en estado libre fuera del hemisferio norte, limitando su hábitat a vastos territorios pertenecientes a Alaska, Canadá, Rusia, Groenlandia y Noruega. Sim embargo, viviendo en cautividad sí que los hay repartidos por todo el mundo.
Entre todos los ejemplares de oso polar que habitan el mapa de las citadas tierras árticas, se estima que suman entre 20 y 25 mil, viéndose sometida esta cifra a un proceso de reducción paulatina.
¿Cómo son los lugares dónde habitan?
Los osos polares viven en zonas gélidas bañadas por el océano Ártico, donde se han adaptado a desenvolverse sobre gruesas capas de hielo. Su radio de acción se expande por el litoral ártico, hielos oceánicos y el entorno de las aguas continentales de la tundra canadiense.
La especial hostilidad de la zona dónde vive ha obligado a esta especie a afinar al máximo sus artes para la captura de las presas que constituyen la base de su alimentación básicamente carnívora.
Aunque el oso polar rehúye la convivencia con la especie humana, parece haberse producido un cierto cambio en este aspecto al haber sido vistos recientemente osos polares cerca de asentamientos de población, mayormente en la bahía de St. James, Canadá.
Características y clima del lugar donde viven
Los lugares donde viven configuran bellos parajes cubiertos la mayor parte del año por la nieve y el hielo. En el invierno ártico se registran temperaturas bajísimas, hasta -45° C en el auge de la estación, teniéndose constancia de un mínimo de -68° C. En este escenario, el oso polar tiene como hábitat favorito el llamado “pack ice”, esa sucesión de banquisas sobre la superficie del océano donde se aglutinan mayoritariamente las poblaciones de focas anilladas.
¿Cómo nacen y dónde viven después de nacer?
Por supuesto, se trata de un animal vivíparo.
El oso polar no se caracteriza por ser un animal prolífico, pues las hembras paren a lo sumo dos crías, que permanecen junto a ellas hasta casi dos años. Eso sucede entre noviembre y enero. Antes de parir, la osa busca tierra firme o áreas más espesas de la banquisa para excavar una cueva que será su ubicación durante cinco meses, en los que amamantará a su cría o crías tirando de sus reservas grasas.
Los oseznos nacen desprovistos de pelaje, que adquirirán una vez superados los tres meses de edad. Y hasta las cuatro semanas permanecen con los ojos cerrados.
¿Cómo viven los osos polares?
El oso polar es un animal solitario por antonomasia. En primavera, los machos detectan por olfato el celo de las hembras y compiten entre sí por el derecho de apareamiento, a veces con violentas disputas.
Pasan la mayor parte de su vida en el mar. Están habituados a desplazarse a cientos de kilómetros, valiéndose de enormes bloques de hielos flotantes que utilizan como balsas en busca de mejores fuentes de alimentación.
¿De qué se alimentan? ¿Qué comen estos peluditos tan blancos?
El oso polar come fundamentalmente focas (especialmente anilladas) renos y otros animales acuáticos, incluidas algunas aves y sus huevos, de los que también se alimentan. Observando qué comen estos animales, puede concluirse que se trata de súper depredadores, cuyas presas capturan bien desde la tierra o bien hurgando entre las placas de hielo. Aunque no debe considerárseles carroñeros, si se da el caso comen cadáveres de animales no cazados por ellos.
Para obtener comida en un entorno tan complicado, han desarrollado el olfato hasta ser capaces de detectar crías de focas atrapadas en cámaras bajo el hielo. Hay ejemplares dotados para la captura de peces y liebres árticas e, incluso, según su ubicación han ganado habilidades específicas, como los osos de la bahía de Hudson especializados en cazar patos o los de las islas Svalbard como ladrones de huevos de gaviotas tridáctilas y otras aves.
Pero son las focas anilladas las presas que les alimentan en un 85 %. Al ser pequeñas, durante la estación de caza un oso necesita capturar más o menos una cada cinco días.
Cuando pasan el verano en tierra firme completan su alimentación con bayas, raíces, algas e invertebrados marinos, lo que los convierte en animales omnívoros.
Antes de continuar, no te pierdas este impresionante video en el que podemos apreciar la astucia y habilidad del oso polar para cazar por sorpresa a una foca:
¿Por qué los osos polares viven en el polo norte y no en el polo sur?
Es la eterna pregunta: si los osos polares y los pingüinos viven en el polo norte o sur. La respuesta es que ambas especies jamás han compartido hábitat en el mapa terrestre. Los osos polares viven en exclusiva en el hemisferio norte, en torno a las regiones árticas, mientras que los pingüinos lo hacen en el sur, no solamente en la Antártida, pues una especie habita en las islas Galápagos.
¿La explicación? Parece ser que, después de que el oso polar, como resultado de la adaptación a climas fríos, evolucionará a partir del oso pardo, no migró a otras regiones debido a la competencia que tenía con otros osos en el resto de regiones, mientras que en polo norte no tenía ya tal competencia. De ese modo, fue imposible que estos osos polares pudieran «bajar» hacia el sur.
¿Y por qué no se dió el mismo fenómeno de adaptación en el polo sur a partir de osos «NO» polares? Probablemente debido al aislamiento de la Antártida (gracias al mar) con el resto de continentes (mientras que el «bloque ártico», en el norte, sí que está conectado terrestremente con el resto de continentes). Igualmente, las probabilidades de que la adaptación pudiese haber ocurrido también en el sur se ven reducidas por el hecho de que sólo existe una especie de oso (no polar) en el hemisferio sur (el oso de anteojos, en los Andes), mientras que en el hemisferio norte, los osos pardos son mucho más abundantes. El clima tropical de las zonas centrales (las más cercanas al Ecuador) supone una gran dificultad (una especie de frontera/barrera natural) para que los osos pardos pasen de un hemisferio a otro, por lo que todo parece indicar que ese sea el motivo de que solo exista una especie de oso en el hemisferio sur.
Y en cuanto a los pingüinos, sus alas evolucionaron para la natación, pero anulando la capacidad de volar. Ello cercenó sus posibilidades de migrar como otras aves, permaneciendo así en las regiones meridionales, que constituyen su hábitat natural de origen; a su vez el aislamiento que la zona antártica proporcionó a los pingüinos supuso también una ausencia de predadores terrestres (como, por ejemplo, precisamente los osos) que pudieran «molestarles» en su crecimiento y expansión. Consulta este artículo sobre los pingüinos para más detalles al respecto.
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